Acción solidaria 40 familias, 40 deseos - 2024

El arcoíris de Anghelina – 40 familias, 40 deseos

En 2024, desde Fundación Aurora quisimos cerrar el año comprometiéndonos también con la parte social de la ciudad, apoyando y ayudando a quienes pasan por momentos complicados. Ese deseo se materializó en la acción de «40 familias, 40 deseos«, una iniciativa que nació con un objetivo sencillo: cumplir el deseo navideño de cuarenta niños y niñas de Burgos, cuyas familias estaban atravesando circunstancias difíciles.

“40 familias, 40 deseos”: una acción que llenó de esperanza la Navidad en Burgos

Queríamos situaciones reales de vulnerabilidad, escuchar y ayudar a los que no podían tener una navidad cálida. Conocer a esas familias y ayudarlas a tener unas navidades más especiales. Por eso contamos con la colaboración del Ayuntamiento de Burgos, la DiputaciónCáritas y Fundación Lesmes, que nos ayudaron a llegar a quienes más necesitaban el apoyo.

A través de ellos recibimos un montón de cartas de pequeños que, con sus propias palabras, nos narraban cómo imaginaban una Navidad un poco más feliz. Algunos pedían cosas sencillas: un juego para compartir con un hermano, un libro, unas botas de fútbol para jugar en su equipo favorito. Otras hablaban de algo más profundo: pasar tiempo con sus padres, recuperar rutinas, que la familia tuviera un respiro económico en esas fechas. Cada carta era una ventana al mundo de un niño que, pese a su corta edad, estaba aprendiendo demasiado pronto lo que significa la inseguridad, la enfermedad o la vulnerabilidad.

Entre todas esas historias, hubo una que dejó una huella particular en quienes formamos parte de la Fundación Aurora. La historia de Anghelina, una niña de 10 años que en aquel momento estaba recibiendo un tratamiento por leucemia en el HUBU. Su deseo, simple en apariencia, escondía una profundidad que solo los niños que han visto interrumpida su normalidad pueden comprender: volver a sentirse cerca de su familia, de su colegio, de su vida de siempre.

En su carta nos hablaba de cómo echaba de menos pequeños gestos que para cualquier niña son cotidianos: el camino al colegio, las risas con los amigos, las tardes en casa. También expresaba, con madurez, lo duro que era estar lejos de todo ello mientras luchaba contra una dura enfermedad. Una mezcla de valentía e inocencia que nos conmovió. Su deseo no hablaba de regalos materiales, hablaba de volver a sentir cerca aquello que forma los cimientos de la infancia: el calor del hogar, el abrazo de una abuela y el cariño de los amigos.

La Fundación Aurora quiso responder a ese deseo, como a los otros treinta y nueve, desde el cariño y la responsabilidad.

Hoy, un año después, esa niña nos ha enviado un dibujo que dice más que cualquier palabra. Un arcoíris que atraviesa el papel, lleno de color, vida y esperanza. Nos lo dedica con un mensaje de agradecimiento por el apoyo que ella y su familia recibieron en aquel momento tan delicado. Nos cuenta que está mejor, que avanza en su recuperación, que sonríe con fuerza y que aquel pequeño gesto navideño le dio un impulso que no olvida. Su dibujo es el recordatorio de que la solidaridad deja raíces profundas.

Historias como la de Anghelina nos recuerdan por qué existe Fundación Aurora. Nuestro trabajo no es solo organizar o movilizar recursos; queremos ayudar.

«40 familias, 40 deseos» fue mucho más que una acción navideña. Fue un puente solidario, un punto de encuentro entre quienes necesitaban apoyo y quienes querían prestar ayuda. Fue una prueba más de que Burgos sabe unirse cuando las cosas se ponen difíciles y de que la solidaridad no entiende de edades ni de distancias.

 

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